domingo, 9 de octubre de 2011

広島·宮島

¡Hola!

Como durante esta semana no ha habido nada especial, procederé a explicar el fin de semana, que ha sido muy entretenido, pero a la vez muy cansado. 

Shinkansen
Por fin realizamos la excursión a Hiroshima (広島) que tanto queríamos hacer. De echo, fue una excursión de la universidad y como los billetes eran "baratos", aprovechamos y los compramos. Me tuve que levantar a las seis de la mañana para poder llegar a la estación de tren a la hora prevista. De Hirakata fuimos a Nanba y allí cogimos el metro para llegar a la parada del Shinkansen (新幹線) -o tren bala-. Al llegar a la estación, esperamos el tiempo necesario a que el tren llegara para poder tomarlo. La verdad es que por dentro es como un avión de esos pequeños en los que se viaja por Europa. Pero claro, con un mejor servicio.

Castillo de Hiroshima
Al llegar a Hiroshima, nos ubicamos un poco y fuimos a ver el Castillo de la ciudad. ¡Una verdadera pasada! Tanto la arquitectura del castillo como los jardines que lo rodean hacen de ese espacio un lugar único. Luego fuimos hacia el museo de la Segunda Guerra Mundial, pasando primero por los monumentos que quedan. La verdad es que ir a ese museo te abre los ojos y te hace ver cuán trágica pudo llegar a ser la guerra. Normalmente, cuando yo estudiaba Historia sí que pensaba que todo era duro, que mucha gente moría, pero al ver las maquetas de las ciudades en las que mostraban el antes y el después de la bomba atómica, las cifras de fallecidos y los diferentes vídeos que iban poniendo, te acabas dando cuenta de lo que puede llegar a ser el mundo...Todo eso se completó con la conferencia de una superviviente de ochenta años, que se encontraba un poco lejos del núcleo del lugar donde estalló la bomba. En su historia, explicaba momentos tan desagradables que luego se nos quedó muy mal cuerpo a todos, o al menos al grupillo en el que iba. En resumen, todo un horror. Esa mujer, sin duda alguna, tiene que guardar unos recuerdos espantosos... La vida es muy injusta, y dura.

vistas desde Miyajima
Después de ese momento por el que hay momentos en la vida que hacen falta pasar para poder aprender un poco de la vida, fuimos a comer Okonomiyaki por la ciudad. Sin duda alguna probamos el Hiroshimayaki (広島焼き), el Okonomiyaki típico de la ciudad. ¡Muy bueno! Antes no era tan fan del Okonomiyaki. Lo probé hace relativamente poco, y sí me gustó, pero no era de mis platos preferidos. Ahora, poco a poco, creo que sí. Después de ese momento exquisito, cogimos el tranvía y nos dirigimos a la otra punta de la ciudad, para poder coger un ferri y llegar a la isla de Miyajima (宮島). Sin duda alguna, ver el mar me hizo sentir muy bien! Me encanta! Pero más me encantó la isla. Muy pequeña y con unas vistas increíbles. Llegamos a tiempo para poder ver el atardecer allí. Visitamos algún templo y fuimos a dar una vuelta por los alrededores. ¡Qué genial! Luego, cogimos otra vez el ferri para poder regresar. Antes de coger el bus por la noche, fuimos a cenar unos fideos típicos de la zona, que estaban deliciosos, y luego nos dirigimos a la estación de bus, que está cerca de la de tren. Allí nos perdimos para poder llegar a la parada de bus correcta, ya que hay muchas y en diferentes lugares distribuidas por la estación de tren, que es enorme. Pero una chica se nos acercó muy amablemente y, como nos vio tan perdidos, nos guió hasta nuestro lugar. Desde aquí y una vez más: ¡Muchas gracias! o en japonés: ありがとうございました!

ciudad de Hiroshima
En el bus me tocó un lugar horroroso. A parte de que era un autobús como los de España, un señor de respirar extraño y de comodidad ancha (digo esto, porque por la noche no paraba de darme codazos), se sentó a mi lado. Como los asientos estaban numerados y los sitios eran los justos, no pude cambiarme de sitio en todo el viaje. Intenté dormir al principio pero no pude, hasta que el sueño me acabó venciendo. Aunque se me iban durmiendo los brazos y el culo, y me cogía dolor de hombros, acabamos llegando a la estación de Osaka a las cinco de la mañana. Allí nos despedimos de Tere y nosotros cogimos otro tren. Al hacer el transbordo de tren nos perdimos. Dio la casualidad de que pasaba un chico japonés con traje y maleta. Pensé que sería algún oficinista serio y que nos indicaría cómo llegar a la estación, así que le pregunté. Era un chico muy majo y simpático, y no paraba de hacer bromas. Cuando llegamos al andén del tren, conoció a una chica y empezaron a hablar como si fueron amiguísimos del alma. Nosotros flipamos un poco, porque en un momento empezó a tener muchas confianzas con ella, sin ella quererlo. Al final, ella se bajó en su parada, nos despedimos, y el chaval se cambió de vagón con la excusa de que iba a dormir, pero allí, empezó a establecer conversación con más gente desconocida, o eso es lo que suponemos.... He llegado a casa hoy a las seis y media de la mañana. He dormido y luego he estudiado por la tarde, ¡que esta semana que viene es dura! Demasiados trabajos y exámenes! 頑張るー

Una vez más, siento tanto haberme enrollado. Gracias por estar ahí siempre leyendo, que aunque haya gente que no me comente, sé que lo leen todo. ¡GRACIAS!

5 comentarios:

  1. Quines aventures jaja
    Els teus compis de la uni sempre pensem amb tu i sempre comentem que et trobem molt a faltar!! <3 Cuida't!

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  2. Bueno venga , he captado el mensaje.... va mi comentario ;)

    Añadiremos Hiroshima a la lista de sitios a visitar en el viaje, con lo que has contado vale la pena ir un dia!!!

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  3. Carluuus!! allà pot pasar-hi a miyajima??? perdona mi ignorancia pero vull dir, pots estar dins de l'aigua??

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